Controla tu alma, que te la están mirando los polis


Cada catástrofe o "amago de" tiene su mercado instantáneo y por tanto su marketing. Algo que ya hemos visto en esa gripe "pandemoníaca" que nos hizo poco más que toser o estornudar tapándonos, y a la que se lanzaron sin piedad los "sustitutos de los cerdos" (entiéndase bien, que hablo de productos) y los de los higiénicos, que en el discurso del "hay que lavarse más" o "ni se te ocurra seguir dando así la mano" nos colocaron guantes, jabones, kleenex reconvertidos y mascarillas de diseño. Y de la a o la b quedan solo esos carteles a medio quitar, como cuando tras unas elecciones.

La quasi-catástrofe del Amsterdam-Detroit, reviviendo ese día que no podemos nunca olvidar, no solo han disparado las alertas de si se está haciendo bien solo quitando los zapatos a la gente o metiendo los champús en bolsitas transparentes, sino que han levantado la moral de esa languideciente industria de seguridad aeroportuaria, ya resignada a que nada ni nadie se le ocurriera meternos más miedo en el cuerpo.

Y entre escáneres desnudadores y microoondas a lo cámaras kirlian (si, esa propia de ghostbusters) vuelven a la carga para decirnos que cualquiera y en cualquier parte de su cuerpo, puede llevar eso que tira aviones, o como mínimo, que las compañías pierdan todos sus slots de salida, se haga el caos y uno se piense muy mucho si no era mejor en casita y por videoconferencia.

Pero lo bonito de la nueva situación de marketing, es que ya no vale cualquier producto, porque estamos cansados de stripteases en los que terminamos dejándonos olvidada las tarjeta de embarque en la cestita, el follón de sacar y encender laptops o netbooks y con lo que tarda windows en arrancar, y tampoco queremos ser irradiados por sorpresa, ahora que todo es cada vez más insoportablemente sano.

El marketing "seguro" más moderno es ese de productos invisibles, de "hacerte la foto" sin darte cuenta, de saber por tu aura, no si irás alguna vez al cielo, sino que hoy y con esta gente, este cielo no te toca.

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