Mucho más que otra maldita halloween brand



Vales más muerto que vivo, le decía el odioso Potter a George Bailey cuando esté, negándose a venderle su heredada compañía de empréstitos, veía como el crack del 29 le ataba la soga al cuello. Y eso antes de encontrarse con el ángel Clarence. 


Qué bello es vivir a veces y para algunos puede transformarse en qué bueno es morir, a poco que echara las cuentas debidas y se hiciera un plan a medio-largo plazo. Si las cosas no le van demasiado bien, si renacer es complicado, y si hay familia que mantener, uno debe pensarse el irse al otro lado. Se evita problemas, se los deja a los siguientes...y tal vez haya un dinerillo en el proceso.


Pero si además eres un pedazo de marcaza...lo de ultratumba es un negocio seguro. 


Michael Jackson quería volver a la vida, se puso el imposible ritmo de dar 50 conciertos seguidos, y activó la maquinaria dolariana en forma de reediciones de todo lo reeditable. Y en estas que a un médico se le fue la mano.


Hoy, algo más de un año después, MJ sigue siendo la marca personal más importante del mundo - ahí están sus más de 22 millones de facebook friends, en una sola de las treintaytantas páginas - generando ingresos de +1000 millones, que han batido con creces al post-mortem de Elvis - que también fue fino - y haciendo fans casi entre los que nacieron cuando el se iba. Y no solo es el marketing el que mueve esta bola...es el mito en sí.


Hoy, en el día de la noche de Halloween, está bien recordar a esta figura inimitable, porque junto a la de king of pop y moonwalk, también se apropió de la marca más terrorífica...y si pudiera, nos revisitaría en su 
versión más zombi. Seguramente sin llevar disfraz.

La más que probable evolución hacia lo que sabemos, en las horas más íntimas



Cuando el ecologismo y los globalwarmings nos llevan a plantearnos desentubar papeles higiénicos, algo raro pasa con nuestras costumbres más "asentadas" que hasta nos privan de sacarlo con orden y concierto. Nos lo van a transformar en ese anárquico rollo de baño público, no siempre en su sitio, y recemos porque alguien no venga después con la brillante idea de atrezzarlo...que podría ser desde aplicarle mojado aspecto hasta presentarse con colores de fácil identificación en determinados momentos.


Lo de Kimberly-Clark, ellos siempre tan puros y delicados, han sufrido un ataque de "algorerismo" repentino y han llamado al contable para que además eche cuentas, y como seguramente les salen, a privarnos de ese cilindro de cartón que a la cosa le daba forma, pero a ellos y hasta ahora, un mal gasto.


Tienen a bien reconocer entre "buenismos" planetarios, que el nuevo producto no respeta el círculo, y que si es una nota directamente venida de su gente I+D, suena a que esto puede llegar a entregársenos en una suerte de planchas. Y se empieza por restarle consistencia, y se termina por cuestionar hasta la celulosa. 


La prueba palpable es que ya tienen detrás a esos ávidos ecologistas - seguramente también naturistas - dándoles el "global warning" de que esto está bien para empezar, pero que a reciclar tocan...y esto y en estos temas, ya se sabe, y todo escozor estimado es poco.

Clicks & Drops



A P&G le ha dado por ser solidaria, en un irrefrenable ataque de RSC. Y lo hace de forma 100% social media, con clics a cambio de donaciones, y pasándole la acción a los bloggers...que teóricamente son más creíbles y desinteresados.


Lo de Clean Water Blogivation es una iniciativa interesante, seguramente eficaz - si pueden costear ese incesante "goteo" - pero sobre todo, un genera-ruidos diferente, sutil en sus formas - aquí no es el community manager con la gorra de marketing proctergambleador - pero de gran calado social...Metáfora acuática, advierto.


Esta es la forma moderna del Live Aid ochentero pero sin tener que alquilar Wembley y colarse en todas las televisiones, pero es que es la forma actual que tenemos de ver las cosas de llorar y compartir corazoncitos. Que no nos hagan mucho ruido, que no nos lo pongan hasta en la sopa, que no suene a que los dineros se quedan en el camino. 


Nos hemos vuelto tan "perros" con la solidaridad - por mucho que contestemos "yo siempre ayudo" en las encuestas - que la estrategia de cooperación en un "sin despeinarse" parece ser la fórmula más directa para remover conciencias...sin que estas tengan que dejar de prestar atención a lo que les ocupa en esos momentos. Vale, que también funcionan las de "un poquito para ellos" cuando compramos nuestros "zaras y bodyshops" pero eso no lo percibimos como compromiso, que es como cuando se te cae la moneda delante del mendigo antes de siquiera hacer el gesto donante. Pero es que la de clickear para ayudar nos crea esa percepción dadivosa tan íntima...tan tecnológica...tan cool.


Y a las buenas obras no pongámosles peros, aunque sí situemos las cosas de anunciante en su sitio justo; esto es loable si al final es realizable, pero que no nos lo vendan como altruismo total cuando hay clics por medio...y las PR no son solo de bloggers en la cadena, sino de bombardeo de notas de prensa a lo que "mira qué buenos y transparentes somos" y el inevitable dar que hablar en todos los sitios donde se pueda. 

Sin mojarse, quieren

In an octopus´s garden...in the shade



Cada evento gordo tiene su símbolo, o tal vez dos. Y no son las mascotas oficiales, ni los prescriptores impuestos, ni lo que una agencia vende, ni lo que el dueño de la fiesta decide. Los iconos eventeros, mundiales o de pueblo...los hace la gente, lo que les hace gracia...y después le dan forma de creencia tribal.

En Sudáfrica 2010 las vuvuzelas estuvieron a punto de pasar a la historia de las marcas a base de intolerables decibelios. Pero demasiado primitivas, demasiado pasajeras. También esa potentorra Larissa Riquelme - la novia del mundial - que paraguaya y pechugona ella y sin solución de continuidad como animadora - lo que el equipo dió de sí - vendió unas cuantas portadas, unos reportajes despelotadores, y unos cuantos miles de visualizaciones youtuberas. Efímero también...nuestras mentes la olvidan, a pesar de tan impactante visión.

Pero lo de Paul es otra historia. Es el símbolo de la magia, de lo simpático, el mito nunca explicado. Se le encumbró como adivinador y se le trató con los privilegios de un panda...tal vez incluso con los del esqueleto de un Tiranosaurio Rex. Y dio dinero porque el misterio vende.

Paul ha muerto y no está en compañía de cachelos, lo cual es todo un triunfo para un cefalópodo al que le ha echado más de un vistazo un gallego. Y con él se va la racha alemana, la gloria futura de la Roja, la ilusión de los menores y el cachondeíto de sus mayores...ojeadores wikipédicos en la sombra para ver si ello era posible. Ah, y casi 4 milloncitos de dólares que preparaba la caja.

Ahí queda la marca, la del único Octopus non vulgaris. Ya son todos Paul, vayan de Nostradamus o en nuestras futuras tapas.

Lo han entendido mal...es coreanización, no coranización



Aplastada mediáticamente por la marca-país de su vecina belicosa allá por su norte, Corea del Sur se prepara para tomar al asalto el futuro, y lo hace con un presente plagado de todo lo bueno y lo malo de la digitalización extrema.

Desde hace años, se lo tomaron a la tremenda, y plagaron de fibra óptica todo el lugar...para bajarse las cosas 20 veces más rápido que el resto del mundo. Porque tenían prisa.

Sus niños no van a granjas-escuelas, sino a farmville, y no leen, sino que escanean...y sus achinados ojos pronto se tornarán códigos bidimensionales, con cuadraditos negros y blancos.

Los monstruítos surcoreanos conforman ya un inmenso chip de esos que funcionan a 18h por día, una velocidad de e-pole-position, y los psiquiatras han perdido la batalla. Es un universo nuevo de mentes ya intratables y que solo ellos sabrán donde les lleva. De momento, a tomar la delantera creando millones de pequeños discos duros que juntitos, han maquinizado una sociedad a la que no le quedaba otra, por desinterés del interesado resto del planeta.

Sí, algo se cuece en la Corea meridional, y no sabemos bien si para cambiar el mundo. De momento se virtualizan a destajo...luego nos infiltrarán sus avatares...finalmente, tal vez corearizarán esa Asia ahora copiona y excéntrica.

Pero seguiremos viéndoles a todos como inofensivos chinos.

Toma manzana...di que Me Gusta




Me pregunto si es de recibo presentarse en una junta de accionistas, con bolsillos llenos y diciendo este año, ni un duro. Me pregunto si hasta se le puede consentir a Steve Jobs, ese lanza-productos compulsivo...por mucho marketing que lleve dentro, y tal vez, no poca visión. 

Eso y en España sería respondido con un sindicalazo, que en ocasiones es una pataleta en la sala...y a veces, una pachanga callejera junto a los anti-sistema.

Jobs posiblemente quiere a Facebook, porque Facebook en su rol de e-prostituta de lujo - ahora con Google, ahora con Microsoft, ahora con Skype...- aumenta su caché a cada nueva oleada de audiencia de medios online, y es siempre más barato comprar el tercer país del mundo a que de repente se convierta en China. Pero sin chinos.
O puede que ni la quiera, que el follón que se puede armar con el tinglado comunitario de itunes puede ser "indesatable". Pero como para este hombre las portadas le son pegajosas, baste decir que no paga para que la gente no lo interprete como reinversión en más y más bonitos MacBooks, sino como que va a a ver lo que hay en el calcetín...que hace tiempo que no-shopping-at-all.

En fin, que haga lo que haga, el marketing ya está hecho por delante, como siempre. Y para Zuckerberg tamaño trampolín mediático no es como para hacerle ascos, visto lo visto con la aburridísima The Social Network, por muy Sorkin que nos la hayan vendido.