Fakes de muchos colores...y con las letras mal puestas



Escuchaba el otro día en no sé qué programa de radio una curiosa consulta, que más de uno o una de nosotros/as habremos pensado o incluso realizado; las marcas fakes, esas que se aprovechan de una pequeña desviación en la ortografía o en un "giro" en el logo para crear una marca de nueva identidad, normalmente imitación de a la que "reinterpretan" aunque no siempre haciendo lo mismo, o no exactamente. 


Esto, y en España, un país de avispados listillos...pero creativos en esto al fin y al cabo, ha sido práctica habitual desde tiempos ancestrales en mercadillos y en tiendas "de-todo-un-poco"...y modernamente, de "mantas", vendedores ocasionales de "playa y paseo marítimo" - y ya sabemos de qué color - y hasta de esos chinos que empezaron tomando al asalto el mercado de decomisos, y terminaron "ultramarinizándose" para dolor y quiebra inminente de fruterías, tiendas de chucherías, y no pocos supermercados de barrio.


Hasta donde mi memoria puede abarcar, y aún no siendo un cliente recurrente de las "otras marcas" sí puedo hablar de zapatillas "adalids" de polos "lecoste" de ginebra "lirios" e incluso de pilas "durasell"...así como de cocodrilos reducidos a lagartijas ridículas, jugadores de polo con el palo en la otra mano, cuatro o dos rayas en las zapatillas que debían ser de tres, como las de Starsky, y radios de coche, despertadores, walkmans y otros aparatos de electrónico consumo que al principio uno creía ciertos, después dudaba de vestir o enseñar, y finalmente, o prematuramente encogidos o prematuramente "cascados".


La práctica sigue existiendo, aunque los años te hagan prudente y a los "marquistas", sofisticados. Los bolsos ahora en las aceras son de aplicarles la prueba del carbono 14 - para certificar dudosas autenticidades - y los registros de "marca y similares", verdaderos ejercicios de creatividad nominal, que pasan el firewall legal como "pedro-por-su-casa" y solo puedes atacarles cuando el virus es ya una imparable pandemia callejera. 

Y entonces, trabajo de guardias urbanos, cuando les apetece redada.

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