Consume deprisa, que muera pronto, y que le quede un cadáver bonito



"Cenizos" avisadores de inmediatas tendencias hay muchos, y algunos con mucho peso. Están en las conferencias, pero sobre todo en los medios de comunicación online - sí, normalmente en esas secciones "tecnológicas" - y en los blogs, los suyos o los de otros. Se les reconoce por su estilo apocalíptico y su forma de presentar sus tesis, a las que acostumbran de formatear como rankings o cuentas-atrás. Ah, y tienen su momento especialmente oportuno...los finales de año, y si coinciden con final de década, doble impacto.

La que propone Smartmoney es de esas listas fatídicas que si uno la hace caso a "pies juntillas" termina por no comprar nada de lo que conforma su vida cotidiana actual. O todo está en la Red - pero ¿dónde? - o todo está por venir - pero ¿cuándo? - y mientras busca y se decide, y si se deja convencer nerviosamente, contrae su consumo, se suma al de muchos, y lo que era una "inocente" reflexión sobre el futuro, se transforma en un presente "paralizante".
No conduzcas, no veas películas, no hagas fotos, no llames si no es en marcha...no guardes nada, que nada vale.

Que el vértigo tecnológico es un mal endémico que nos ha tocado vivir, lo tenemos asumido. Es el miedo diario a cada revista que hojeemos o a cada reportaje TV al que demos algo así como cinco minutos de nuestro tiempo. Porque no hace falta más para sentirte ridículamente consumista de productos perecederos, a pesar del filtro "esto-es-ciencia-ficción" que aplicamos en la defensa de nuestra propia ignorancia. Pero es la nuestra, no la que impone el gurú visionario.

Porque este es un mundo de marcas, marquistas y productos "marcados" y esa dinámica es la que hace que seamos como somos, tengamos impulsos y mandemos muchas veces a la racionalidad a "hacer puñetas". Y demos gracias sea así, para que esto siga girando.




No hay comentarios: