Toma el dinero, corre y olvídate de lo del millón de amigos




Recuerdo que en mis recientes clases en Méjico y hablando de facebook, se suscitó la sempiterna polémica de la inseguridad, que en Internet y desde que la web es web y te piden nombres y numeritos para poder pagar, se llama "identidad expuesta”; o para que nos entendamos, "quedarte con el culo al aire". La discusión "mejicana" y tal vez la explicación de la desigual penetración allí de la red de redes - lo que de verdad es ya este "libro de caras" - se apoyaba en diversos casos que se habían producido con el intento de secuestro de menores, que confiados e inocentes ellos, proporcionaban datos suficientes para que los malhechores ataran cabos. Ya se sabe, que si vivo aquí, que si estudié allí, que si me gusta hacer esto y en aquel lugar...
Ese es el lado tenebroso del asunto, y por el que muchos padres ponen trabas a que sus hijos se "enreden" sin reparar en que lo que hace falta es que se callen ciertas cosas, porque la familia así lo quiere.

Pero el tema no es tan sencillo como hablar con la boca chica o decir medias verdades. El problema es el vicio que se crea al no poder parar de hacer amigos, que los amigos llevan a amigos que no lo son tanto, y además, estos puede que sepan toda la verdad y nada más que la verdad....sobre uno mismo.

Tal es el caso de este camerunés escondido en Méjico - fíjate - que aparte de ser criminal y fugitivo le daba al facebook, y lo de hacer amistades virtuales le debía hacer gracia. Sin pensar siquiera que tras algunas de esas caras tan monas e inofensivos y que suman y siguen, se pueden esconder los más chivatos.
O cotillas, como lo somos todos en esto.

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