Una marca de lujo no es verdaderamente de lujo hasta que no tiene un museo.
No, no vale un maldito showroom, que eso ya sabemos que es un montaje rápido y que solo "empuja" producto. Un museo es un templo de culto de la marca, una visión histórica (para lo que hay que tener historia y saber contarla) y un homenaje a los que la han hecho posible.
Solo quien tiene
un museo, posee el gran tesoro de su marca.
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