Mucha mente, poca venta



La marca Premio Nobel lleva años en decadencia, y no digamos algunas de sus submarcas, que cuanto más científicas, más nos entran y nos salen por los oídos. Lo que hasta hace unos cuantos años era un acontecimiento mundial - de casi familia ante el televisor o muchas páginas de diario - hoy es más twitter que nunca, en el sentido más fugaz de la palabra.

Es uno de esos eventos que juegan al "prestige" pero que necesitan de la popularidad para mantenerse vivos, y lamentablemente, y con nuestra hiperinflación de "premios" reconocer los méritos de grandes mentes pero mundialmente desconocidas no ayuda en absoluto. Los nombres ya no son suficientes. Las nacionalidades - raras como eligen - tampoco acompañan. El motivo del triunfo, depende de cómo directamente afecte a nuestras vidas, a nuestro pedacito solidario, o a lo que los medios nos presenten como logro, avance o revolución.

No es que de los Nobel haya que hacer Oscars, pero hasta los suecos son capaces de hacer "Gran hermano". Le falta marketing, pero sobre todo, show business. Sin pasarse, claro…

Nota: Y tras escribir estas notas, todo el marketing del mundo y de golpe...con ese Obama de nuevo "peacemaker"...acabandito de llegar. Son suecos, y sin embargo sorprenden.

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