Mañana sol, pero no necesariamente buen tiempo
¡Qué manía tenemos con las metáforas empresariales! Seguramente una prolongación directa de los métodos norteamericanos, esos que empiezan con una frase lapidaria, continúan con un cuento de Andersen y terminan repasando logros de inquilinos en la Casa Blanca.
Pero en España eso no funciona, salvo que te quedes en solo una frase, y bien traída y llevada. Un discurso se hace un plomo. Y una metodología, no solo resulta ridícula...sino que jamás se tomará en serio. Y este es el peligroso riesgo que debe correr el consultor empresarial, en la disciplina que sea.
Como clima laboral tiene la palabra clima, juguemos a meteorólogos. Que encontraremos sin duda paralelismos forzados para que no solo que bonito, sino para que la gente se lo grabe y le sirva en esos powerpoints de uso interno.
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