Collateral Marketing
De cara al año que viene, procure que no se le note. Ya sabe que cuando las cosas no pintan bien, la damnificación se llama marketing.
Cuando pasen las uvas y logre sobrevivir a sus múltiples resacas, usted debe empezar a comportarse como un hombre invisible, un mindungui, un don-nadie. Olvídese de dar ideas, de participar en las reuniones, de proponer acciones. Todo eso se traduce en dinero, porque usted tiene la maldita suerte de trabajar en el departamento que trabaja.
Acostúmbrese a vocablos del estilo represupuestación, guerrilla, cero, ni un duro, mínimo…y a que nadie se atreva a hablarle, a no recibir llamadas, a que no le lleguen los e-mails (salvo esos de Cialis, porque son indiscriminados)
Usted debe ser parte del pasado, y si no, aténgase a las consecuencias.
No le queda otra que recurrir al marketing colateral, ese que no se percibe, ese que no gasta…hasta que hace las cuentas.
Un marketing de youtube. Un marketing de fotitos y hacerse fans en facebook. Un marketing de e-mails con CCO. Una mierdecilla de marketing.
El marketing colateral pincha pero no corta, hace que hace, es un ademán, un disimulo, un paripé. Le sirve para no aburrirse y si es listo, para anunciar su modernidad más absoluta. Porque es el marketing del futuro…y no se me olvide proclamarlo.
Lo que usted ha hecho, ha dicho y gastado ya no cuenta. Lo hizo porque había dinero y nadie sabía el dinero que había.
Prepárese para un año de marketing sabático y aproveche para estudiar. Sin duda le financiarán, porque como usted ha sido importante en otro tiempo, hoy cuesta más muerto que vivo.
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