Voy a publicar esto...si a vuesa merced le parece menester
Cuando uno lee el nuevo proyecto de ley regulador de la competencia desleal y bla, bla bla - o al menos lo que ha salido a la luz - se pregunta si han tenido que pasar tantos años y gobiernos para que se den cuenta. Sí, porque se mete mano por fin a la publicidad por sorpresa, invasiva, de cuando descuelgas - pobre de ti - ese maldito teléfono, o cuando sucumbes empapelado al girar la llavecita de la puertecita de tu buzoncito. Y eso, que se generaliza en ese término spam que da y le entra de todo, pues no está mal, pero poniéndose del lado de los consumidores - potenciales ¡eh! - porque del lado de los anunciantes especialmente nerviosos y que ya no saben qué diablos hacer para que alguien les haga caso en esta crisis ninja, esto es simplemente acabar con su marketing y con los únicos recursos que les quedaban contra los oídos sordos y los ojos que no quieren ver.
Si se piensa, la regulación es loable, pero la mano se les irá y el marketing directo será todo él pecado, y si no pecado, de un aburrido insoportable. No más mentirijillas, no más "oros y moros", no más "regalos de tu vida, ahora mismo, y solo tienes que hacer una llamada". Y tampoco guerras frontales "marquicidas", que la publicidad comparativa podría ser de bonitas y huecas palabras, pidiendo mil perdones si mis eslóganes te hubieran podido ofender, porque humillarte...ya no creo.
Viviremos más tranquilos, con anuncios de punta en blanco, con frases de único sentido, y sin llamarnos mientras sesteamos o justo cuando nos llaman los baños. Pero terminaremos odiando tanta publicidad buenista y echando de menos esas siempre divertidas "donde las dan las toman".
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